Como buen pueblo marinero que se precie, no se lleva nada bien con las horizontales salvo en el puerto. Si salimos por sus calles, sin tacones altos por supuesto, muy pronto nos sacará los colores. Lo saben muy bien los montones de turistas que, un día sí y otro también, deambulan a la caza de los escenarios de la serie con el segundo doctor más cascarrabias de la tele.
Ufff ... como tengas que andar con una carretilla de arriba para abajo te pones como Popeye.
ResponderEliminarHacer turismo por ahí puede estar bien, pero los que viven ahí tienen que acabar mareados.
ya los del pueblo no creo que esten muy contentos con las cuestas, merece la pena ir vistarlo aunque solo sea por comer un buen marmitako en unos de sus restaurantes del puerto.
ResponderEliminarEl pueblo es tan bonito como San Martin del Sella. En la serie le cambiaron el nombre por imperativo del Principado. Por cierto, la taberna es un solar abandonado, y por el pueblo puedes ver a los extras de la serie.
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